Buñuelos de Viento con Almíbar de Piloncillo de Oaxaca
- Piloncillo
- Postres Callejeros con Piloncillo
Los buñuelos de viento son ideales para compartir en familia o en celebraciones, su textura ligera y su sabor dulce los convierten en un postre irresistible.

Descubre la exquisita receta de buñuelos de viento, un postre tradicional mexicano que combina la ligereza de su masa con el dulzor profundo del piloncillo. Perfecto para cualquier celebración o como un capricho en la tarde.
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PORCIONES
8 -
PREPARACIÓN
30 min -
COCCIÓN
15 min - Imprime PDF
¿Por qué amarás esta receta?
Los buñuelos de viento con almíbar de piloncillo de Oaxaca son un clásico dulce que despierta la nostalgia de las celebraciones mexicanas tradicionales. Su textura ligera, burbujeante y crujiente acompañada del sabor profundo y aromático del piloncillo artesanal hace de esta receta un deleite incomparable que cautiva todos los sentidos. Perfectos para compartir en reuniones familiares o festividades, estos buñuelos son una muestra auténtica de la riqueza cultural y gastronómica de México que une generaciones por medio del sabor y la tradición.
Ingredientes
Para la masa:
- 2 tazas de harina de trigo (250 g)
- 1 taza de agua (240 ml)
- 1 pizca de sal (2 g)
- 1 cucharadita de polvo para hornear (5 g)
- 1 huevo (1 pieza)
Para el almíbar:
- 250 g de piloncillo
- 1 taza de agua (240 ml)
- 1 pieza de canela en rama
Pasos
- 1. Preparar la masa. En un tazón grande, mezcla la harina de trigo, la sal y el polvo para hornear. Agrega el huevo y poco a poco el agua, mezclando hasta obtener una masa suave y homogénea.
- 2. Formar los buñuelos. Con las manos, toma porciones de masa y forma bolitas del tamaño de una nuez. Luego, aplánalas con las palmas de las manos hasta obtener discos delgados.
- 3. Freír los buñuelos. Calienta el aceite en una sartén profunda. Cuando esté caliente, fríe los discos de masa hasta que estén dorados y crujientes. Retira y escurre sobre papel absorbente.
- 4. Preparar el almíbar. En una cacerola, mezcla el piloncillo, el agua y la canela. Cocina a fuego medio hasta que el piloncillo se disuelva y el almíbar espese un poco.
- 5. Servir. Coloca los buñuelos en un plato y rocía con el almíbar caliente. Puedes espolvorear con un poco de canela en polvo si lo deseas.
CONSEJOS DE PREPARACIÓN Y CÓMO SERVIRLO
Sirve los buñuelos calientes, rociados con el almíbar de piloncillo. Puedes acompañarlos con un poco de crema batida o helado de vainilla para un contraste de temperaturas.
SECRETOS DEL CHEF
Para lograr unos buñuelos de viento verdaderamente inflados y crujientes, es crucial que la masa tenga la hidratación adecuada y que el aceite esté a una temperatura constante entre 180°C y 190°C al freír. Utilizar harina de trigo de calidad y optar por un piloncillo de Oaxaca auténtico potenciará enormemente el sabor del almíbar. El secreto para un almíbar perfecto radica en disolver lentamente el piloncillo con canela en ramas y una pizca de clavo, sin que hierva violentamente para evitar amargor. Por último, es muy recomendable cubrir los buñuelos con el almíbar aún tibio para que absorban mejor los aromas sin perder su textura crujiente.
VARIACIONES CREATIVAS
MARIDAJES PERFECTOS
Los buñuelos de viento combinan a la perfección con una taza humeante de chocolate caliente mexicano espeso, elaborado con cacao de calidad y canela, una tradición que resalta los sabores auténticos de México. También son ideales acompañantes de un café de olla, aromatizado con piloncillo y canela, potenciando la experiencia tradicional. Para ocasiones especiales, un licor artesanal de mezcal joven complementa muy bien, agregando un contraste ahumado sofisticado. Estos buñuelos funcionan igualmente como postre tras comidas familiares o como un antojito dulce para tardes de convivencia.
SOLUCIÓN DE PROBLEMAS COMUNES
- 1. Los buñuelos no inflan y quedan planos. Asegúrate de que la masa tenga la hidratación correcta y que el aceite esté a la temperatura adecuada. También evita manipular demasiado la masa para no desarrollar gluten en exceso, que puede hacer que pierdan su textura ligera.
- 2. El almíbar queda demasiado líquido o muy espeso. Controla la cocción del almíbar para que espese ligeramente sin llegar a caramelizarse demasiado. Usa una olla de fondo grueso y mezcla constantemente para evitar que se queme o cristalice.
- 3. Los buñuelos absorben mucho aceite y quedan grasosos. Mantén la temperatura del aceite constante. Si está demasiado frío, los buñuelos absorberán aceite; si está demasiado caliente, se queman por fuera y quedan crudos por dentro.
- 4. El piloncillo del almíbar tiene un sabor amargo o desagradable. Utiliza piloncillo de buena calidad y disuélvelo lentamente con canela y clavo para suavizar su sabor. Evita hervir a fuego muy alto para no generar sabores amargos.
ALMACENAMIENTO Y CONSERVACIÓN
Para conservar los buñuelos frescos y crujientes, déjalos enfriar completamente a temperatura ambiente antes de guardarlos. Lo ideal es almacenarlos en un recipiente hermético y a temperatura ambiente, consumiéndolos dentro de las primeras 24 horas. Si se guardan en refrigeración, la humedad puede ablandarlos, por lo que es mejor evitarlo. Para conservar el almíbar, refrigéralo en un frasco cerrado por hasta una semana y caliéntalo suavemente antes de usar. Si necesitas conservar los buñuelos más tiempo, puedes congelarlos sin almíbar, envueltos en papel parafinado dentro de una bolsa hermética y freírlos nuevamente ligeramente para recuperar textura al descongelar.
TROCITOS DE HISTORIA
Los buñuelos son un postre que se remonta a la época colonial en México, donde se popularizaron en diversas regiones del país. En Oaxaca, se preparan con una masa ligera que se fríe hasta dorarse, y se sirven con un almíbar de piloncillo que les da un sabor característico. Este postre es común en festividades y celebraciones, simbolizando la unión familiar y la alegría.
LO QUE NO SABÍAS
El piloncillo, un azúcar sin refinar, aporta un sabor profundo y melaza que es característico de la repostería mexicana. Su uso en los buñuelos realza el sabor y proporciona un color dorado al almíbar.
REFEREENCIAS
Cuisinier: María del Carmen López
Fuente: Inspirada en 'La Cocina Tradicional Mexicana' de Margarita Carrillo Arronte.
PREGUNTAS FRECUENTES
- ¿Puedo hacer la masa de buñuelos sin huevo?
Sí, puedes sustituir el huevo por puré de plátano maduro, semillas de chía hidratadas o linaza molida mezclada con agua, lo que ayudará a unir la masa manteniendo la textura ligera. - ¿Qué aceite es mejor para freír los buñuelos?
Se recomienda utilizar aceite vegetal con alto punto de humo, como aceite de canola o girasol, para garantizar una fritura limpia sin sabores indeseados y mantener la temperatura correcta. - ¿Cómo puedo saber si el aceite está a la temperatura correcta para freír?
Una forma práctica es introducir un pequeño trozo de masa; si burbujea inmediatamente y sube a la superficie rápidamente con un color dorado en pocos segundos, el aceite está listo. También puedes usar un termómetro de cocina para verificar que esté entre 180°C y 190°C. - ¿Puedo preparar y guardar los buñuelos con anticipación?
Es mejor freírlos y servirlos frescos para que mantengan su textura crujiente. Sin embargo, puedes preparar la masa con anticipación y guardarla refrigerada hasta 24 horas, o congelar los buñuelos ya fritos sin almíbar, recalentándolos en horno o sartén antes de servir.
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